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La figura del mundo de Juan Villoro (Ciudad de México, 1956) es un texto que por un lado explora y deconstruye la figura paterna, y por otro, repara —a través del desacuerdo y de la escritura— una relación afectiva ríspida y compleja. El título encapsula dos de los conceptos sobre los cuales el escritor reflexiona a lo largo de este libro: el padre y el mundo […]. Desde la perspectiva íntima y confesional del narrador, el padre es una figura contradictoria, a veces afectiva, otras distante pero imponente. La figura del mundo dicta “el orden secreto de las cosas”, como patriarca ordena y manda, sin necesariamente ocupar del todo el espacio de poder. Condicionado por sus propios traumas y carencias podríamos pensar que manda desde la ausencia, pero no es así, ordena, pero no manda, se desentiende. Antes de relacionarse afectivamente con su círculo más inmediato, su familia, se compromete y se aboca a causas políticas.
“Los dos Villloros.” Literal magazine
En Letras Libres
Decir que Germinal es un libro sobre la maternidad sería reducir un hermoso texto a la narración de una experiencia común, a un tema que evidentemente no es nuevo (¿pero qué tema lo es?). Lo deslumbrante de este ensayo es cómo Tania Tagle (Ciudad de México, 1986) elabora y entreteje temores y dudas que muchas mujeres hemos tenido al vivir un embarazo. El título me llevó primero a la novela homónima de Zola –quel culot, pensé– y después al gesto crítico de su contemporánea Aura García-Junco que, en El día que aprendí que no sé amar/Ars amatoria, tacha y reescribe el texto canónico de Ovidio. La alusión a Germinal de Zola sirve como pretexto para abordar los temas del extractivismo y la explotación desde la perspectiva del cuerpo de la madre.
Alumbramientos. Letras Libres, no. 296, marzo 2023, s/p.
La cabeza de mi padre surge en un contexto donde la hibridez y el uso de la primera persona se han convertido en un manifiesto feminista. Autora de Cuentos de maldad (y uno que otro maldito) (2020), El niño que fuimos (2018), Las noches habitadas (2015) y Damas de caza (2011), Alma Delia Murillo (Ciudad Nezahualcóyotl, 1979) elige, como lo ha hecho un tsunami de escritoras, privilegiar la verdad por encima de la ficción para evidenciar el resquebrajamiento de lo íntimo y de lo familiar. En ferias y entrevistas Murillo ha comentado que su “novela” es un “relato completamente autobiográfico”. Sin embargo, esta no es una obra híbrida y tampoco termina de cuajar como novela. Es un testimonio tremendo y necesario donde convergen el apego a la escritura y la búsqueda de un padre que, como tantos, ha abdicado del papel más importante de su vida: ser cabeza de familia.
Un país llamado Comala. Letras Libres, no. 291, marzo 2023, s/p.
¿Qué es una glosa? ¿Qué produce una glosa? El margen, el pie de página, “no es objeto de un interés nuevo en ningún campo de las humanidades”, sin embargo, Microliteraturas de Jesús Rodríguez-Velasco (Valladolid, 1965) reúne una serie de ensayos sorprendentes sobre las escrituras secundarias, marginales y marginadas. Quizás esto se deba a la perspectiva interdisciplinaria de su autor, capaz de desarmar y ensamblar de nuevo los elementos de un manuscrito en relación con “todas las ramas del derecho”, la literatura, la teología, los estudios bíblicos o el pensamiento contemporáneo. Egresado de la Universidad de Salamanca, profesor de universidades como Berkeley, Columbia y Yale, Rodríguez-Velasco es también autor de Ciudadanía, soberanía monárquica y caballería (2009), Plebeyos márgenes (2011) y Dead voice. Law, philosophy, and fiction in the Iberian Middle Ages (2020).
¿Por qué una mujer se somete? La filósofa francesa Manon Garcia (1985) examina “la sumisión de las mujeres en las relaciones interindividuales entre hombres y mujeres en las sociedades occidentales” particularmente en Francia y en Estados Unidos, donde radica. La sumisión, apunta Garcia, se ha estudiado sobre todo desde puntos de vista masculinos (Rousseau, La Boétie, Hobbes, Foucault, Freud) y, por lo tanto, desde quienes dominan.
Las perspectivas de quienes se someten (o son sometidas) son poco atendidas o nulas. Quienes se someten no dan cuenta de su experiencia y para quienes se liberan la sumisión tiene una connotación y una carga negativa. Es una experiencia que se ejerce y/o se condena, pero que raras veces se analiza.
En Cascarón roto, Tedi López Mills (Ciudad de México, 1959) dialoga –como en sus dos libros autobiográficos anteriores, Libro de las explicaciones (2012) y La invención de un diario (2016)– con distintos registros de la escritura: la poesía, la historia y la filosofía. Decir que es una obra personal tiene sentido si se entiende la autobiografía como un género constituido de afinidades y desacuerdos intelectuales que se reinterpretan en un tiempo y un espacio determinado. La autobiografía es el espacio simbólico que contiene la memoria de la autora: una genealogía afectiva moldeada (¿o atravesada?) por el bilingüismo, una genealogía intelectual marcada por las universidades públicas (la UNAM, la Sorbona) y por largas estancias en el extranjero. La conciencia de la propia extranjería produce una identidad ambivalente y, más que una identidad, una voz, capaz de verse a sí misma desde afuera (desde las alturas que imagina) y desde la renarración de la experiencia. Ve el árbol y ve el bosque.
En Autobiografía del algodón Cristina Rivera Garza (Matamoros, 1964) regresa a las tierras de sus antepasados agricultores, indígenas y “andariegos”. Acompañada de su familia “queer, nómada, iconoclasta”, como ella misma la define, va en busca de los desaparecidos campos de algodón convertidos ahora en campos de batalla o en fosas donde “se escribe la historia del mal de nuestro tiempo”. A un paso de la frontera norte, se entrecruzan José María Rivera Doñes, el abuelo paterno de la autora y el escritor José Revueltas, quien, enviado por el Partido Comunista, escribiría sobre la huelga de “5000 o 15 mil trabajadores” en El luto humano, titulado en un borrador anterior Las huellas habitadas.
https://www.letraslibres.com/mexico/revista/queer-nomada-iconoclasta
Los libros de Valeria Luiselli (Ciudad de México, 1983) no dan respuestas, generan más diálogos con la literatura (Los ingrávidos), con el arte contemporáneo (La historia de mis dientes) y con la política (Los niños perdidos). Son textos que hacen una relectura sistemática de textos canónicos y crean algo distinto. Respiran. Hierven frente al mundo que se desmorona. Es una escritura donde están presentes todos los sentidos, sin por ello perder claridad sobre los objetos representados y las experiencias de la condición humana: la maternidad, el matrimonio, la soledad, el desamor. Movidos por la rabia de denunciar la injusticia, nunca caen en los clichés de la literatura comprometida. Resplandecen. Su obra se planta de manera contundente frente a un canon patriarcal –insostenible– que necesita con urgencia ser dinamitado.
https://www.letraslibres.com/mexico/revista/el-siglo-xxi-sera-femenino
El nervio principal ... recrea un evento traumático en la vida del protagonista: “Un martes de julio o agosto de 1994, ella –mi madre, Teresa– se fue de campamento.” Ella, Teresa y la madre se convierten en tres significantes que el narrador yuxtapone para intentar darle un sentido y un rostro a la pérdida. El esfuerzo por narrar cronológicamente los hechos o, más bien, por ordenar los recuerdos, revela el proceso de duelo que el narrador lleva a cabo, a partir de la reescritura de la propia historia, veintitrés años después.
https://www.letraslibres.com/mexico/revista/las-posibilidades-la-primera-persona
Esto no es un libro. Es la nueva obra de Luis Felipe Fabre (Ciudad de México, 1974). La que el medio literario está esperando para ver básicamente dos cosas: si Fabre por fin la caga o si sigue siendo, como lo ha sido, desde sus primeras publicaciones, la gran caca de la literatura mexicana contemporánea. El más leído y quizá también el más envidiado por los más mezquinos. Escribir con caca es y no es un poema que reflexiona sobre la escritura y la mierda a partir de la vida y obra de Salvador Novo. Es y no es un ensayo que construye a partir de la crítica académica (Guillermo Sheridan, Rubén Gallo), literaria (Paz, Monsiváis, Domínguez Michael) y periodística (José de la Colina, Sergio González Rodríguez), la figura pública e íntima del escritor. Un escritor que, de acuerdo con Fabre, escribe con el ano “porque la poesía se origina en el ano”.
https://www.letraslibres.com/mexico/revista/toda-mierda-es-sagrada
Drâstel provoca esa sensación incómoda ante lo desconocido y lo ajeno. Es un libro cuyo título de entrada irrita; por esa desvinculación con lo propio (idioma, contexto, referente), con lo cotidiano, por la misma razón, es también un golpe de aire fresco. “Words will come to interfere”, apunta el epígrafe del poema que lleva el título del libro, y cito: “Si digo esto no pienses en aquello, / no importa cuán remota o vieja amiga / mi voz aún te parezca.”
En esta confusión y desconfianza que propicia el acto de comunicar, a la mitad del lenguaje, entre lo que recrea y lo que apunta, a la mitad de la interpretación entre la lengua materna y la lengua adquirida, para sobrevivir en otro idioma, se encuentra Román Luján (Monclova, 1975).
https://www.letraslibres.com/mexico/libros/drastel-roman-lujan